Se cree el ladrón, que todos son de su misma condición

Buenas tardes a todos los que paséis por aquí. En primer lugar GRACIAS, gracias por pasaros, leerme, escribir un comentario o simplemente darle a me gusta, me hacéis tan feliz en el momento que me pita el móvil y veo el símbolo de WordPress!! Mil gracias a todos de verdad.

Bueno, hoy vengo a hablaros de algo que me está pasando en mis clases éste segundo trimestre. Ya hemos empezado, les dieron las notas del trimestre pasado y tocaba analizar todo lo que ha pasado para poder poner remedio a esos suspensos o esas malas notas. Lo primero que me encuentro es la típica frase que todos habréis oído o incluso dicho más de una vez.

«Es que me han suspendido en mates«. «Ellos son los culpables, los profesores, esos malditos que no tienen otra cosa mejor que hacer que ponerme un tres en el examen«.

Por otro lado tenemos a esos mismos estudiantes que me dicen «He aprobado inglés». «Mi esfuerzo ha valido la pena para poder aprobar esta asignatura que tanto me estaba matando… «

Pobrecitos, les han suspendido… Muchos padres se ponen en la piel de sus hijos y me dicen: «Es que esa profesora no vale para dar clase…», o como me dijo un padre el otro día cuando le dije que le escribiese a la profe para preguntarle qué le entraba a su hijo en el examen de inglés… «esa profesora…. esa profesora le tiene manía al pobre…».

Me encuentro a diario con alumnos o clientes de coaching educativo que le echan la culpa a los demás de sus problemas, cuando el problema lo tienen en si mismos. Los niños sobre todo no saben atribuirse sus fallos e intentan echarle la culpa al otro para así desapegarse del problema y que le den la razón.

En psicología llaman a ésto «PROYECCIÓN«. Eso mismo es, echarle la culpa al exterior de nuestros problemas, de nuestros fallos.

La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros, sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.

Para darle un toque de historia a todo ésto podemos decir que:

El término “mecanismo de defensa” fue definido por primera vez por Sigmund Freud en su obra Las Neuropsicosis de Defensa (1984) como los rechazos instintivos que realiza el Yo a representaciones intolerables, y hablaba de tres mecanismos: la conversión, la transposición del efecto y las psicosis alucinatorias. Posteriormente se refirió a ellos con el término “represión”, y no fue hasta 1926 en Inhibición, síntoma y angustia cuando retomó el concepto de MD para designar a “todas las técnicas de que el Yo se sirve en conflictos eventualmente conducentes a la neurosis”, pasando a considerar la represión como uno más de estos mecanismos. Freud consideraba estos mecanismos como la parte inconsciente del Yo, que actúa pues de forma inconsciente contra los instintos del Ello cuando percibe que éstos pueden ser peligrosos.

Posteriormente, Anna Freud amplió y profundizó el estudio sobre los MD. En su obra El Yo y los Mecanismos de Defensa (1936) realizó su primer estudio sistemático, clarificando y diferenciando diez tipos de mecanismos y explicando las diferentes vías por las que se pueden generar. Además, dedicó la mayor parte de esta obra a los MD típicos de los niños y de los adolescentes.

Quiero investigar sobre todo ésto para poder ayudar a mis alumnos e incluso a sus padres cuando entren en éste tipo de conflictos, más adelante iré escribiendo estudios y os iré informando de todos mis avances. Por hoy hasta aquí llego.

Que tengáis un muy buen comienzo de semana. 🙂