Una palmadita en la espalda y a correr.

Buenas y ventosas tardes a todos los que os paséis por aquí. Hoy vengo un poco de entrada Post Cabreo, tristeza o llamadlo como queráis… esas veces que necesitas escribir todo lo que sientes y pasar página… Pues algo así.

Empiezo un poco con mis antecedentes psicológicos por así llamarlos (aunque no me excusan de nada).

Como ya sabéis soy una de esos millones de personas del mundo que han sufrido ansiedad, ataques de pánico, inseguridades, etc etc etc… Pues bien, cuando consigues superarlo, salir de todo lo que te atormenta y volver a ser quién tú eras o incluso una persona mejor quedan restos. Restos de esa ansiedad que durante un tiempo ha permanecido en tu vida.

En mí han quedado las inseguridades, el que por mí misma todavía no consiga que al hacer las cosas bien sepa decirme… «ole tus narices Eugenia, mira lo que has conseguido». Esas inseguridades son malísimas, ya que las extrapolas a tu exterior, a las personas con las que convives (en mi caso, mi pareja), y a veces, por no decir siempre, es esa persona quién «se zampa» todo lo que conlleva.

La ansiedad me convirtió en insegura, sí… Pero también me está haciendo ver todo lo que he conseguido por mí misma, … Un trabajo medianamente estable sin necesidad de un jefe «toca pelotas», un medio hábito deportivo sin el que ahora mismo no puedo vivir y que me está haciendo conseguir muchos retos, una visión de la vida muy distinta a la que tenía antes… y un largo etcétera de cosas que sin esa caída por el precipicio igual no habría conseguido ver.

Pues bien, a veces, sí que necesitamos esa palmadita en la espalda para darnos cuenta que no la necesitamos… y diréis: «a ver si te aclaras, o la necesitas, o no la necesitas». Necesitamos que alguien nos haga ver que nosotros mismos somos capaces de conseguir lo que nos propongamos, que, si la gente no confía en ti y en tus retos, no tienes que caerte, al contrario, tienes que pensar que cuando lo consigas esas personas son las primeras que van a estar ahí para felicitarte y decirte «me equivoqué, enhorabuena«. Que por muy locos que sean tus planes de futuro, siempre, siempre, SIEMPRE se podrán conseguir, ya que son TUS PLANES.

Ahora que POR FIN y esta vez sí estoy encauzando mi vida laboral os puedo contar un poco de qué va.

Todos sabéis y si no ya os lo cuento yo, que una de las cosas que más me apasionan es Motivar a los demás. Creo que por eso elegí el trabajo de Coach. Por otro lado, otra de las cosas que más me apasionan y más tiempo dedicaba en mi tiempo libre eran las redes sociales, leyendo artículos, publicando, enterándome de las noticias, etc etc etc… Pues esta semana dándole vueltas al coco decidí ponerme a la acción y por fin darle un poco de color a CoachMunity. El coaching integrado en las empresas, el coaching integrado en las redes sociales, el coaching integrado en el Marketing. Psicología y marketing están unidos, pero yo creo que ya que tengo esa herramienta puedo utilizarla.

Siempre dicen los expertos que para poder llegar lejos tienes que ser diferente a los demás, y creo que esa es la pequeña diferencia que marca y realza mi trabajo. Coachmunity se lanza de nuevo, pero esta vez para quedarse.

Bueno, y para los cotillas que andan por aquí, diré que el cabreo vino por mis celos tontos (cosa que no se merece mi chico, pero a veces no lo puedo evitar) … Esos celos por no sentirme motivada por su parte, pero que luego lo pienso en frío y es la persona que más me motiva. Realmente, a veces, el único que lo hace.

Sin más, si os apetece verme la cara podéis buscarme en Instagram como eugecoach. Más adelante lanzaré el que dedicaré única y exclusivamente a CoachMunity.

Un abrazaco ventoso para tod@s.