Dos meses sin el mejor gato del mundo.

11052446_10206454555341803_8315907003285766972_n

He decidido retomar wordpress hoy ya que es un día «especial», hoy hace dos meses que se fue el mejor gato del mundo, aquel que consiguió que yo pasase de ver a los animales como cosas, a verlos como seres llenos de amor, aquel que consiguió demostrarme que se puede caer una y mil veces y volver a levantarse con la mirada bien alta y el corazón gigante.

Leore se llamaba este peludito de 4 patas tan guapísimo, el cual estuvo muy poquito tiempo en nuestras vidas (solo dos años y medio) pero fue un tiempo que nos engrandeció como personas, un tiempo en el que vio como su dueña se hundía en los más lejanos fondos marinos y a los 9 meses resurgía de sus cenizas y se empezaba a convertir en lo que ahora soy.

Os preguntaréis de donde sale ese nombre tan extraño, os lo cuento, porque la historia me ENCANTA. Como sabéis llevo unos 4 años casi con un hombre maravilloso, el cual decidió probar suerte y venirse a vivir conmigo a mi pueblo sin casi ni conocerme. En nuestros comienzos un día decidimos ir a un barecillo de la zona en la que vivíamos llamado Leore café, día que pude robarle el primer beso. Ya que fue un momento que nos acordamos con mucha ternura, amor incluso risas decidimos ponerle ese nombre a nuestro bebé, el primer gatito que tuve y por supuesto el primero que tuvimos de los dos.

El pequeñín fue creciendo y haciendo de las suyas, lo dejábamos a sus aires, hacía lo que le daba la gana porque sus papis somos de los que creemos que si a un gato lo tienes sin dejarlo hacer muchas cosas su vida se reduce a aburrimiento. Pero eh, no creáis que comía cualquier cosa, lo alimentábamos genial, nunca le faltaba de nada, y sobre todo siempre tenía un amor incondicional hacia nosotros brutal.

Corría por toda la casa, cuando entraba mi novio saltaba hasta sus brazos para darle amor, eso era para verlo, de verdad. Incluso un descuido gigante que no me lo perdonaré jamás hizo que mi gatito se cayese desde el tercero en el que vivimos a un patio de luces en el que tuvo que estar todo un fin de semana, pero ojo, le bajamos comida y agua con una cuerda, los vecinos le tiraban salchichas, y si llovía, tenía acceso a un local donde podía camuflarse, vamos… que tuvo unas pequeñas vacaciones.

Fue creciendo y siempre estaba junto a nosotros, nos íbamos al sofá, ahí que venía, nos poníamos a comer y en la mesa mirando a ver si le caía algo, siempre conseguía su propósito, (en la medida que podía y era sano para él), que nos íbamos a dormir, en los pies de nuestra cama hasta que oía ruido y venía a nuestras cabecitas a darnos amor y a pedirnos que le llenásemos el cacharrito de comida, era todo un glotón. Se subía arriba de los armarios, era todo un deportista, sobre todo lo hacía cuando nos íbamos, para que no pudíesemos sacarlo del comedor, su lugar favorito.

El tiempo voló y se convirtió en todo un gato adulto, con su glamour y sus mejores habilidades, con su belleza y su dulzura. Y sobre todo hizo que nos convirtiésemos en una FAMILIA.

Una familia llena de AMOR. Una familia de dos humanos y un gatito inseparables, demostrándonos día a día todo lo que sentíamos.

Y ahora llega la parte triste, la parte que ha hecho que yo cambie mi mente respecto a muchas cosas, muchos animales, pero en especial los gatitos.

Un día Leore se encontraba mal, iba al «baño» y no hacía sus necesidades, nos pensábamos que era estreñimiento, se lo comenté a la veterinaria y me dio la opción de cambiarle la dieta y si seguía así unos días que se lo llevase. Todo fue muy rápido, pasó de ser un gato hiperactivo y no poder casi ni moverse, en tres días, TRES DÍAS fue lo que el pequeñín nos dio de tregua para buscar alternativas, tres días para saber qué podía pasarle. Buscamos veterinarios de urgencia y ninguno nos daba la opción de poder tratarlo ya que era domingo.

Finalmente, subí una foto a facebook, la vio mi veterinaria y me dijo que se lo llevase (once de la noche), que no le importaba que no estuviese trabajando, a su casa, que ella no venía a la mía porque tenía a su hijo durmiendo, si no, lo hubiese hecho. Eso es vocación, creedme.

Busqué la mejor opción, mi amiga Eva, una chica vegana amante de los animales incondicionalmente, ella fue quien nos llevó a casa de la veterinaria. Yo las tenía todas conmigo, salvábamos a Leore, de esa salía. Pero no sabemos qué pasó, si él no quería quedarse a pasar la noche en casa de la veterinaria o qué, que en la misma puerta decidió irse. Decidió dejarnos cuando estábamos apunto de entrar a su «hospital» particular. Las lágrimas me vienen a la cara al pensar en él, en todo lo que vivimos esa noche, en mi amiga y la veterinaria haciéndole el boca a boca a mi gato, mi novio llorando a lágrima viva y yo sin saber si llorar o gritar. Se fue, adios Leore.

Poco tiempo tuvimos para poder saber ni siquiera qué era lo que le pasaba al pequeño, pero creednos que hicimos todo lo posible por salvarlo.

Tuvimos una semana mala de narices, una semana que yo no me acostumbraba a la soledad del piso, cuando me quedaba sola me faltaba alguien, me faltaba mi pequeño.

Como sabréis algunos, ahora me dedico a ser community manager y coach empresarial a la vez que doy clases, pues una de mis clientas es mi veterinaria. Ella sabe el amor que le teníamos a Leore, nos dijo que en la clínica tenía dos pequeñines que buscaban un hogar y yo, que no podía vivir sin esa compañía que dan miré a mi chico y le dije, «necesitamos esos gatitos». No ha sido un reemplazo, ha sido el pensar que si Leore tuvo la suerte de tener una vida plena junto a nosotros, junto a nuestro corazón, ¿por qué esos dos pequeñines no?. Al final decidimos adoptarlos, adoptar a estos preciosos pequeñines:

22051013_581238758666991_4983261967673098724_o

Os presentamos a Freyja (derecha) y Valkirio (izquierda). Dos gatitos que han llenado nuestras vidas, nuestros corazones, pero no han reemplazado al mejor gato del mundo, eso es imposible.

¿Qué ha conseguido Leore con todo esto?, pues una de las cosas que ha conseguido es que lleve dos meses sin comer carne y estoy en proceso de quitarme el pescao. ¿Por qué?, porque ahora estoy plenamente concienciada que no me gusta como tratan a los animales cuando los crían para matarlos, porque necesitaba un porqué hacerme vegetariana y él ha sido el mayor PORQUÉ.

No me despido sin dejaros el enlace al facebook de mi veterinaria, está en Alicante, por si alguno sois de aquí o venís y necesitáis una, pasaros por allí. Grandes profesionales, grandes personas y grandes amantes de los animales. https://www.facebook.com/masquemascotasalicante/

Un abrazo a todos, y prometo volver por aquí mucho más a menudo.

 

Publicado por Eugecoach - Diario de una emprendedora

¿Qué vas a encontrar por aquí? Una mezcla de todo, un día puedes encontrar temas de marketing, otro recomendaciones de cosillas que si eres emprendedora como yo te pueden gustar, otros días puedo contarte cosas más personales... ¡quédate y averígualo!

9 comentarios sobre “Dos meses sin el mejor gato del mundo.

  1. Yo también tengo un gato que me acompaña en todos mis viajes, se llama Ness tiene siete años y pesa 10 kilos, es enoooorme, pero sabe cuando estoy depre, cuando necesito mimos y siempre, siempre está a mi lado dándome cariño y amor, no concibo la vida sin el.

    Le gusta a 1 persona

  2. Pues si, de aquella hermosa criatura podría contar mil historias…la más increíble fué el día de su muerte, después de enterrarla. Estaba durmiendo de madrugada y me despertaron unos maullidos, me levanté y fui al patio y allí había 8 o 10 gatos maullando juntos
    Son tan misteriosos…
    Abrazote 🌼

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario